Cádiz, el punto de partida
El pasado verano (2012), la carroza de Carlinhos Brown visitó Cádiz recorriendo toda la avenida.El acto fue multitudinario y la gente se agolpó a ambos lados de la carroza para ver el espectáculo. En este mismo acto, dos compañeras de Equiláteras (Liza García Reyes y Mar Gallego) estuvimos presentes. Nos quedamos atónitas al ver cómo dos hombres, aprovechando la cercanía que les permitía el tumulto, se acercaron a los cuerpos de varias chicas menores sobre los que realizaron tocamientos y aproximaciones corporales de índole sexual ejerciendo violencia sexual sobre ellas.
Así, uno de los hombres de edad avanzada tapaba y vigilaba el entorno, el otro acercaba su cuerpo a las jóvenes mientras se tocaba sus órganos genitales con la mano en el bolsillo. La incomodidad de las jóvenes era evidente puesto que intentaban separar sus cuerpos sin conseguirlo.
En cuanto vimos lo ocurrido, denunciamos el suceso y pensamos en hacer estas recomendaciones para evitar la violencia sexual contra las jóvenes menores de edad en altos multitudinarios. En otras palabras, evitar casos de pederastia en Cádiz con recomendaciones que pueden aplicarse a cualquier ciudad.
El siguiente documento recoge una serie de recomendaciones para quienes sufran violencia sexual (frotamientos, tocamientos, etc.) en actos multitudinarios. También es una orientación para aquellas personas que, viendo estos actos, quieran hacer algo al respecto. No obstante, se trata de una acción inicial que esperamos ampliar.
Recomendaciones
MUJERES JÓVENES: MOSTRAR, “DENUNCIAR” Y EXIGIR
Las personas que ejercen este tipo de violencia sexual lo hacen por varios motivos: en primer lugar, porque saben que –al haber multitud- la persona agredida pensará que la excesiva cercanía a su cuerpo está justificada y, por tanto, no será puesta en entredicho. En segundo lugar, porque conocen que la construcción de género que pesa sobre las jóvenes, “las predispone” a no hablar, no denunciar, a permanecer en silencio e incluso a sentir vergüenza cuando son víctimas de agresiones sexuales.
Éstas son algunas pautas que te pueden servir si estás siendo violentada en un acto multitudinario (aunque están pensadas para jóvenes menores de edad también pueden ser usadas por mujeres mayores de edad):
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Haz caso a lo que sientas. Escúchate a ti misma. Si te sientes incómoda o violentada por la acción de otra persona (un tocamiento, una aproximación extrema con su sexo, etc.), no te preguntes si estarás equivocada o no con respecto a sus intenciones. No importa si las intenciones son las que piensas o no. Lo importante es salir de la situación que te está incomodando. No importa “la verdad”, importa tu bienestar. El primer paso, es hacer caso de tus sensaciones: pocas veces se equivocan.
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Que nadie te diga cómo debes denunciar el hecho o cómo debes actuar al respecto. No todas las jóvenes menores de edad se sienten liberadas por hacer una denuncia oficial. La denuncia es solo un derecho que debe ser ejercido si la persona lo desea. La manera en que quieras salir de esa situación violenta la decides tú. Haz lo que sea pero sal de la situación que te incomoda y te violenta.
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Si has decidido decirle a esa o esa personas que no te violenten, es efectivo que las personas del entorno se enteren de lo que ocurre; así los agresores sentirán que no tienen derecho a agredirte o que “tendrán que pensarlo dos veces cuando se metan con una joven”. Acudir al “bochorno público” es muy efectivo.
Los tres pasos para una denuncia verbal contundente son los siguientes:
UNO: Dirígete a la persona que te violenta y dile con voz decidida y fuerte qué te está incomodando de su actitud. Procura que tu voz llegue a las demás personas, crea alianzas con ellas. Por ejemplo “¡Oiga, usted se está frotando contra mi culo y me está molestando!”.
DOS: Dile por qué ese acto no es tolerable. Por ejemplo “Es asqueroso (a veces decir estas palabras son más efectivas que recurrir a la legalidad) que use las aglomeraciones para frotarse contra una menor. Esto que está haciendo es delito”.
TRES: Le expresas lo que tiene que hacer a partir de ese momento, exigiendo el cese de la violencia. Por ejemplo, “Aléjese lo más que pueda de mí y no se atreva a tocarme o a frotarse contra mí de nuevo”.
“¡Oiga, usted se está frotando contra mi culo y me está molestando. Es asqueroso que use las aglomeraciones para frotarse contra una menor. Esto que está haciendo es delito. Aléjese lo más que pueda de mí y no se atreva a tocarme o a frotarse contra mí de nuevo”!.
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Si vas con un grupo de amigas, advierte a todas de la situación e informa del suceso en tu entorno (colegio, instituto, academia, etc.). Intenta hacer ver qué hiciste para parar a esa persona para que sean capaces de visualizar tu ejemplo y las soluciones. Si solo cuentas lo que te ocurrió y no cuentas qué hiciste para gritar o denunciar, tus amigas pensarán que no pueden hacer nada al respecto (se produce una re-victimización sobre los cuerpos femeninos). Cada vez que veas a otra chica en la misma situación, intenta ponerla sobre aviso. Unidas, podemos acabar con esto.
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Otra opción, si quieres, es denunciar a la persona que te ha violentado a las autoridades presentes en el acto. En los actos multitudinarios, suele haber siempre personal policial en cada esquina. Si tienes posibilidad de pedirles que se acerquen llamándoles desde tu sitio, hazlo. Si están lejos, puedes pedir el favor a las personas adultas y pedirles que traigan a la Policía o que no dejen que el agresor mientras tú corres a avisarles. Expresa a la o el agente que quieres denunciar a la persona por abusos sexuales a una menor.
En estos eventos, es clave que recuerdes rasgos claros de los agresores y de su vestimenta que los hagan identificables en la multitud. Por ejemplo, recuerda el color de su camiseta.
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Seguramente tengas el teléfono a mano. Llama a la persona adulta con la que tengas más confianza para recibir apoyo moral durante la denuncia. Es muy posible que su presencia e intervención refuercen el acto. Es más efectivo si están las personas que te tutorizan para reforzar la denuncia. Las autoridades te preguntarán por ellas.
PERSONAS ADULTAS: “SI VEO ALGO, NO HAGO COMO QUE NO LO HE VISTO”
Es muy habitual (y es triste) que las personas se desentienda de lo que ve, asi sea un acto de violencia sexual a una menor. Ésta es, en parte, una de las principales bazas con las que juegan agresores que tienen mucha experiencia al respecto y saben que, por lo general, la gente tiende a callar más que a denunciar un acto o llamarles la atención sobre lo que están haciendo. Es necesario romper esta cadena de silencio también en los espacios públicos. Por ello,
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Haz algo cuando veas que una menor está recibiendo violencia sexual. Un toqueteo, un frotamiento, unos movimientos extraños y unas manos en el bolsillo para tapar la mano que toca o que se toca; son actos que hay que evitar. Haz lo que consideres más efectivo, pero hazlo.
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No responsabilices a las jóvenes menores de edad de lo que les está sucediendo. Las herramientas sociales y combativas que las jóvenes menores tienen, son muy pocas en relación con las de las personas adultas. No obstante, responsabilizar o culpabilizar de la violencia sexual a las personas de género femenino que las reciben, es una actitud totalmente violenta y machista. Ni qué decir del hecho de justificar la violencia “por la ropa o los pantalones cortos que ahora se llevan tanto”, etc.
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Recuerda que las menores tienen derecho a decidir si quieren denunciar o no. No insistas en el hecho de la denuncia. Simplemente rompe la situación violenta, y visibiliza verbalmente la responsabilidad del agresor en el acto delictivo. Para ello, puedes usa los tres puntos recomendados en el apartado anterior.
Si quieres tener este documento en pdf, lo tienes pinchando en VIOLENCIA SEXUAL A MENORES EN ACTOS MULTITUDINARIOS
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